Me ha parecido interesante -y
espero sea un sentimiento compartido- transmitir algunas experiencias que he
tenido en la Ciudad Autónoma y Provincia de Buenos Aires, República Argentina,
país al que he regresado para asistir al Congreso Mundial de Salud Mental.
Aunque escribiré sobre accesibilidad
como un eje transversal de este blog, no voy a hacerlo desde el punto de vista
de las rampas en las aceras -o veredas- o de las leyes y reglamentos que se
hayan aprobado. Me referiré a la cantidad de encuentros llevados a cabo en solo
dos meses, en los que he participado o que tenía conocimiento de que se iban a
celebrar. Con toda seguridad se habrán desarrollado otros, que por
desconocimiento de sus contenidos y conclusiones no creo que sea adecuado
exponer aquí. Es de destacar las facilidades con que contaron algunos de ellos,
tanto desde el punto de vista tecnológico, físico y sensorial: la lengua de
signos -o de señales- estuvo presente en todas las conferencias centrales.
Frente a estas iniciativas -que
voy a citar a continuación- doy un dato
que es preocupante: el 90 % de los niños con discapacidad de Latinoamérica, no
están escolarizados (encuentro en el SEGIB-Madrid, 7 de octubre).
Entre los días 25 y 28 agosto, se llevó a cabo el “Congreso Mundial
de Salud Mental” centrado en “Interdisciplina e inclusión social”, al que
asistimos casi 5000 personas entre médicos, psicólogos, trabajadores sociales, otros profesionales -arquitectos
e ingenieros- empresas que trabajan con la salud y estudiantes. Fue posible gracias
a la coordinación de la Asociación Argentina de
Salud Mental (AASM), miembro con derecho a voto de la Word Federation for
Mental Health. Por su trascendencia, participaron profesionales
nacionales e internacionales destacados y muchas personas vinculadas a la
salud, que querían ser escuchadas -entre ellas, algunos enfermos del Hospital
Borda de Buenos Aires-. Muchos, dejamos nuestro
paso por el Congreso en la publicación (ISBN 978-987-23478-8-8) que por la gran
cantidad de materiales enviados y seleccionados se publicó en dos grandes tomos
con más de 1200 ponencias. La discapacidad y la accesibilidad tuvieron su
presencia real en las salas y en las ponencias, Entre ellas personas jóvenes
como la psicóloga mexicana Luz Mariana -con parálisis cerebral
desde su nacimiento- que intervino hablando de inclusión gracias a los
servicios de apoyo, humanos e
informáticos. Ella ha sido una de las grandes difusoras del Congreso desde su página
de FB.
Los últimos días del
mes de agosto y en El Tigre, un municipio costero cercano a la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, se llevó a cabo un encuentro sobre “Educación Inclusiva. Ajustes
Razonables, Apoyos y diseño Universal en el Aula”, coordinado por la Fundación
Tigre para la Inclusión,
en conjunto con la Alianza Global para la Discapacidad y
el Desarrollo (GPDD) y otros participantes, en el
que intervinieron personas muy destacadas de la educación nacional e
internacional, profesionales expertos en accesibilidad física y personas con
discapacidad que venían a demostrar la importancia de la inclusión en la educación
y en el aula como un derecho de niños y
niñas con cualquier tipo de
discapacidad. En este caso, un joven con parálisis cerebral transmitió
sus experiencias a través de un lector de texto y una voz iba relatando. La
arquitecta de la Fundación Rumbos de Buenos Aires que participó en el
encuentro, relató experiencias extranjeras sobre escuelas inclusivas, sobre
todo por su diseño y accesibilidad física
En la primera semana
de octubre tuvo lugar en la ciudad turística de Mar del Plata, el “Segundo
Congreso Internacional de Discapacidad e Inclusión”. Esta segunda edición ha
sido organizada por el Consejo Provincial
para las Personas con Discapacidad (COPRODIS Buenos Aires), la Subsecretaría
para la articulación de políticas de integración (www.bsasintegracion.gba.gov.ar)
y el Consejo Federal de Inversiones. Fue transmitido por internet en directo y además de los participantes
formales del programa tuvo otros informales, que subieron al estrado para tomar
la palabra en defensa de sus derechos. Muy interesante y aleccionador, sobre
todo, porque una de estas personas tomó el micrófono después de la intervención
del ponente de la Universidad Carlos III de Madrid, especialista en derechos de
las personas con discapacidad.
También participó en
uno de los paneles una persona muy destacada en Latinoamérica, el especialista chileno
Carlos Kaiser, persona elegida en 20116 por la presidenta Michele Bachelet como
Director del Fondo Nacional de Discapacidad (Fonadis). En 2001, Kaiser
se presentó en el programa juvenil de televisión “Mekano”, una sección llamada
"Una persona con inhabilidad en Chile”.
En la primera semana
de octubre, dedicada a la “No Discriminación”, tuvo lugar en la Municipalidad de
Mercedes -Provincia de Buenos Aires- el Simposio “Comunicación Aumentativa y
Alternativa para la Socialización”, coordinado por la Dirección de Discapacidad
de la Municipalidad, en el que también tuve el gusto de participar por
videoconferencia con el tema “Postulados para la Accesibilidad -espectro cognitivo-
en el panel denominado ”Derribando Barreras de Accesibilidad”.
WIFI gratis en las calles de Mercedes
Las conclusiones, muy
generales, fueron las siguientes (para las personas interesadas en ampliar esta
información existen extensos comentarios en diarios digitales y blogs de educación,
salud e integración).
La
salud mental es un problema de la sociedad, que no se debe recluir en hospitales, clínicas o sillones de
psicólogos y psiquiatras. Las escuelas, los centros de atención en salud, las
calles, las familias y los profesionales, forman parte de un complejo entramado
de “salud social” que tampoco se puede dejar en manos de instituciones sólo públicas
o sólo privadas con objetivos no siempre sociales, sino económicos y personales. Por esto, las organizaciones de
familiares y de los propios enfermos, participantes o afectados son tan importantes
como contrapeso a esta descompensación en el ámbito de la participación y de la
defensa de sus derechos.
La
inclusión es un derecho, la
accesibilidad una obligación y la política de los diversos organismos
públicos y de las organizaciones privadas debe ser la de trabajar todos juntos
para no dejar atrás a muchas personas que por sus diferentes dificultades,
físicas, sensoriales, mentales, o situaciones de enfermedad y pobreza, pueden
verse marginadas de una sociedad que se llama a sí misma “perfecta” -como explica Pablo Pineda[i]-
No
se pueden llevar a cabo soluciones parciales o a medias, no hay “un poco de
esto o un poco de aquello”. O se enfoca
en su totalidad el problema o millones de personas van a quedar fuera del
sistema educativo, de atención en salud y de la sociedad, solo apoyadas por sus
familias, cuando éstas estén capacitadas para hacerlo. Y cuando no lo estén, ni
siquiera tendrán derecho a participar y a ser escuchadas. No es esto lo que declara la Convención
sobre los Derecho de las Personas con Discapacidad.
Mi conclusión final, es que discapacidad + accesibilidad
= capacidad +inclusión
[i] En una entrevista -www.20 minutos.es- Pablo Pineda hizo la siguiente afirmación…”si eres
imperfecto, tienes que adaptarte a la sociedad, que es perfecta. Yo opto por la normalización. Significa
lo contrario, que la sociedad se adapte a la diferencia. En esa normalización
no hay sitio para la enfermedad”.
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